lunes, 11 de abril de 2011

La Abuela

La Abuela
(Infinita sabidurí­a de las venerables abuelas)

Los Abogados jamás deberí­an hacer una pregunta a una abuela si no se encuentran preparados para la respuesta.
Durante un juicio en un pequeño pueblo, el abogado acusador llamó al estrado a su primera testigo, una mujer de avanzada edad.
El abogado se acercó y le preguntó:
- Sra. Fortunati: ¿sabe quién soy?
Ella respondió:
- Sí­, lo conozco señor Sanny. Lo conozco desde que era un niño y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres. Siempre miente, cree saber de todo, es muy prepotente, abusivo, engaña a su esposa y lo peor de todo, manipula a las personas. Se cree el mejor de todos cuando en realidad es un pobre hombre. Sí­, lo conozco....
El Abogado se quedó perplejo, sin saber exactamente qué hacer. Apuntando hacia la sala, le preguntó a la sra. Fortunati: -¿Conoce al abogado de la defensa?
Nuevamente ella respondió:
- Claro que Sí­, Yo también conozco al señor Pérez desde que era un niño.Es un flojo y medio raro, y tiene problemas con la bebida. No puede tener una relación normal con nadie y es el peor abogado del Estado. Sin mencionar que engañó a su esposa con tres mujeres diferentes, una de ellas la esposa suya, ¿recuerda? Sí­, yo conozco al Sr. Pérez. Su mamá tampoco está orgullosa de él.
El abogado de la defensa casi cae muerto.
Entonces, el Juez llama rapidamente a los dos abogados para que se acerquen al estrado, y les dice:
- Si alguno de los dos, le pregunta a esa vieja si me conoce, los mando a la silla eléctrica a los dos.